martes, 27 de enero de 2009

Noviembre de 2008.

En un principio tenía ganas de poseerte a través del lenguaje. Lo he pensado mejor y creo que prefiero conservarte en mi memoria sin palabras ni descripciones de ningún tipo, ¿cómo expresar lo que siento por ti?, ¿cómo explicar el cúmulo de sensaciones que me provoca sentir tu andar junto al mío?, ¿cómo explicar esa complicidad que siento cuando estamos juntos? No puedo verbalizarlo plenamente pero sé que estás ahí y el tener este conocimiento me basta.

No he podido evitarlo pero de algún modo has conseguido ser parte de mi soledad. Vas dentro de mí como un olor discreto que solo mi nariz percibe, y creo que soy la única capaz de distinguirlo porque es un olor atemporal y al mismo tiempo es como un olor que de tan antiguo ha conseguido invadirme desde lo más profundo.
Soy capaz de ver la situación real pero a veces me fascina imaginar que todo esto debe significar algo, y así vivo con esta bella sensación dentro de mí, me invade y me agrada tanto que no me parece necesario desecharla, vivo feliz y así seguiré.
La pangloss.
Noviembre 2008.

No hay comentarios: