miércoles, 22 de septiembre de 2010

II

Este viaje se trata de la muerte, de la muerte de nosotros, de estos que matamos día con día, cada día.

Y vamos por ahí, sin poder quedarnos quietos, llevando la mitad de nosotros porque la otra mitad se nos ha ido.
Porque nos dejo solos sin nuestra mente. O porque nos fuimos a buscar a aquellos que nos llaman y llaman pero cuyas voces no podemos escuchar, porque nuestros oídos también se han ido y están sin nosotros, y pareciera que en verdad todo nuestro yo se hubiera ido a la parte más lejana de este universo que creemos conocer.

Siento que estoy acabando, cerrando y dejándolo todo porque estoy cansada de sentirme inconclusa, inacabada, soy sólo un esbozo que no se completa a sí mismo.

Estoy empezando a sentir que realmente soy yo, ésta que anda y vive soy yo, estoy dejando atrás ese existir sin existir que no me dejaba respirar, que no me dejaba vivir.

Melissa Ortiz (La pangloss)

domingo, 5 de septiembre de 2010

Me uno al museo de la luna posteo a Albert Einstein pues:

Al pensar en nuestra vida y trabajo caemos en cuenta de que casi todo lo que hacemos y deseamos está ligado a la existencia de otros hombres. Nuestra manera de actuar nos emparenta con los animales sociables. Comemos alimentos elaborados por otros y vivimos en casas construidas por otros hombres. Casi todo lo que sabemos y creemos nos fue transmitido a través del lenguaje establecido por otros hombres.

Sin el lenguaje, nuestro intelecto sería pobre, comparable al de los animales superiores. Así, debemos confesar que si aventajamos a los animales superiores es gracias a nuestra vida en comunidad. Un individuo aislado al nacer permanecería en un estadio tan primitivo del sentir y del pensar, como difícilmente podríamos imaginarlo. Lo que es y lo que significa el individuo no surge tanto de su individualidad como de su pertenencia a una gran comunidad humana, que guía su existencia material y espiritual desde el nacimiento hasta la muerte.

Sólo el individuo aislado puede pensar. Sin personalidades creadoras que piensen por sí mismas es tan impensable el desarrollo de la comunidad como lo sería el desarrollo del individuo fuera del ámbito comunitario.