miércoles, 13 de agosto de 2008

Era de madrugada...

Soñe contigo, entraba a un cuarto con la puerta abierta, me estabas esperando con dos maletas negras y enormes. Era de madrugada, estabas acostada y te veías exhausta y solo me estabas esperando para despedirte, no podías irte porque era de madrugada pero aún así te saliste, corriendo de algún modo conseguiste perderte de mi vista pues yo no sé a dónde te fuiste que ya no pude alcanzarte.

Recuerdo que me desperté, era de madrugada y pensé: "tal vez yo, tal vez tú, tal vez las dos teníamos deseos de despedirnos en este el mundo real".

Sé que no habrá nada en este mundo que pueda hacer para cambiar lo que te hice, no puedo modificar el pasado, me he convertido en la mejor juez de mis acciones en el presente.
Espero en verdad que estés bien.

Y ELLA ERA LA MUJER MÁS SOLA Y LA MÁS ALEGRE.
SU SILENCIO Y SU MIRADA PESABAN COMO EL ACERO,
PERO LO ÚNICO QUE QUERÍA ES QUE TE LA PASARAS CON ELLA TODA LA TARDE.
RECUERDO QUE SU RISA ERA TAN FACÍL, TAN FLUIDA Y TAN FUERTE,
ASÍ TE RECUERDO YO.

La pangloss