sábado, 4 de diciembre de 2010

El mundo de todos los días jamás puede tomarse como algo personal que tiene poder sobre nosotros, algo puede crearnos o destruirnos porque el campo de batalla del hombre no está en su lucha con el mundo que lo rodea. Su campo de batalla está sobre el horizonte, en un área que es impensable para el hombre común, el área donde el hombre deja de ser hombre. Juan Matus.