Al pensar en nuestra vida y trabajo caemos en cuenta de que casi todo lo que hacemos y deseamos está ligado a la existencia de otros hombres. Nuestra manera de actuar nos emparenta con los animales sociables. Comemos alimentos elaborados por otros y vivimos en casas construidas por otros hombres. Casi todo lo que sabemos y creemos nos fue transmitido a través del lenguaje establecido por otros hombres.
Sin el lenguaje, nuestro intelecto sería pobre, comparable al de los animales superiores. Así, debemos confesar que si aventajamos a los animales superiores es gracias a nuestra vida en comunidad. Un individuo aislado al nacer permanecería en un estadio tan primitivo del sentir y del pensar, como difícilmente podríamos imaginarlo. Lo que es y lo que significa el individuo no surge tanto de su individualidad como de su pertenencia a una gran comunidad humana, que guía su existencia material y espiritual desde el nacimiento hasta la muerte.
Sólo el individuo aislado puede pensar. Sin personalidades creadoras que piensen por sí mismas es tan impensable el desarrollo de la comunidad como lo sería el desarrollo del individuo fuera del ámbito comunitario.
2 comentarios:
Y no sólo es necesario que haya personalidades creadoras que piensen por sí mismas para que evolucione la comunidad, sino que además dichas personas deben tener BUEN CORAZÓN. Como Tatiana y tú.
El miércoles 8 abrimos la sala comunitaria y el jueves 9 enviaré invitaciones. Luego allí publicáis lo que os apetezca, porque esta vez se trata de aportar sensibilidad, sin importar si es en forma de imagen, de texto, o de lo que sea.
Dos besos por el aire hacia Playa del Carmen.
Gran reflexión. Una gran verdad, de esas que cuesta tanto encontrar...
como los tesoros
un saludo
Felisa
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