Se sentaron juntos en el parque, mientras caía la noche. Ella lo miró y sintió una chispa, hormigueo en los huesos.
Desde acá mi mano desiste en su intento de tomar la tuya, te suelto el hombro que mi mentón conoció tan bien cada que nos despedíamos, mis manos sueltan tu codo, esta vez no lo aprieto como solía hacerlo al despedirnos.
Mis ojos y mis suspiros te regresan tu cabello, mis oídos te devuelven tu voz, mi imaginación te devuelve tus labios, me quedaré con tu "buenas noches" ese me lo guardó, te regalo este abrazo que ya no pude darte esa mañana en la que te dejaba con ojos soñolientos, este beso que ya no pude darte. Te dejo ahí.
Melissa Ortiz.
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